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Solidaridad con el pueblo ecuatoriano

Las presiones realizadas por el Fondo Monetario Internacional han conllevado a la reducción de salarios hasta en un 20% y la eliminación de impuestos en la importación de maquinaria y materias primas agrícolas. Las alzas en el precio del combustible impactaron el sector del transporte público, quienes encabezaron las manifestaciones el 3 de octubre. Para el día 4 de octubre se unieron los estudiantes y obreros, por lo que las manifestaciones en la ciudad de Quito tomaron un carácter insurgente.

Las comunidades indígenas decidieron unirse al movimiento y llegar a la ciudad de Quito uniendo fuerzas con obreros y estudiantes ya que el gremio de transportadores abandonó su lucha una vez fueron incrementadas las tarifas del transporte acordadas por falsos representantes de dicho sector.

Estas son las primeras manifestaciones después de 15 años, dicha calma en la fuerza del pueblo se originó con el gobierno de Rafael Correa quien neutralizó la manifestación popular haciendo uso de los aparatos estatales inhumanos propios del capital y de las medidas neoliberales.

El alzamiento popular ha llevado al gobierno de Lenin Moreno a huir a Guayaquil, segundo centro económico de Ecuador. Por su parte, los manifestantes mostraban su capacidad de lucha tomándose por un corto período de tiempo las instalaciones de la Asamblea Nacional de Ecuador. El estado ha querido oprimir las manifestaciones mediante detenciones arbitrarias, el uso de fuerza desmedida, violando tratados internacionales y el bloqueo a organismos de derechos humanos y cruz roja.

Por esta razón nos dirigimos al proletariado internacional, creemos que la agrupación bajo las banderas de la solidaridad entre pueblos, sin fronteras, es un arma de alto poder que tenemos a nuestro favor. Nuestro llamado es a la unidad, el pueblo latino y en este caso específico ecuatoriano. Este no puede seguir cargando con las consecuencias de esta política fascista neoliberal que pretende entregarles cada vez más nuestra economía a las déspotas oligarquías y al FMI, responsables de la miseria que aqueja tanto a los trabajadores.

La lucha social que se está desarrollando en Ecuador no responde a ningún partido político, esta lucha nace de la solidaridad entre pueblos que se reconocen como hermanos, avivando el fuego libertario que no conoce barreras que nublen el horizonte.

Este comunicado lo firman organizaciones anarquistas y libertarias que no pretenden ser la voz del pueblo ecuatoriano, pero sí sienten la lucha como si fuera propia.

ULET-AIT